No te pierdas en mí.
No dejes que mi historia oculte, absorbe o se justifique en tu historia. No creas en lo que tus ojos mienten, no mires mi mundo como si fuera el tuyo, no lo es.
Tampoco es el mío, decís, y me preguntás en qué mundo estamos vos y yo, qué territorio sin límites ocupamos entonces para que el horizonte nos impida vernos.
Vos a mi lado y yo, tan lejos.
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