viernes, mayo 20, 2011

"SPANISH REVOLUTION"


Ángela Merkel, adalid del capitalismo puro y duro, 
afirma que los españoles "trabajan poco". 
Ah, esos africanos...

Escuché ayer, en la TVE, que Pérez Rubalcaba había desoído la sugerencia de reprimir las acampadas. Me dije: este flaco aprendió algo de nuestro flaco difunto, Néstor Kirchner.
La represión de la protesta popular produjo más de treinta muertos en la Argentina, allá por el 2001. ¿Causas de aquellas movilizaciones? Las mismas –aunque más graves- que hoy echan a la calle a tantos miles de españoles. Un capitalismo salvaje, ya sin la mediación del fantasma comunista, dispuesto a todo para espiralizar sus rentas. A partir de aquella tragedia, y de algún episodio posterior que acabó en el asesinato policial de dos militantes populares, el gobierno surgido de las elecciones de 2003 tomó una decisión que sostuvo, pese a las críticas por izquierda y por derecha: no reprimir la protesta.
A Rubalcaba no le tembló el pulso para militarizar la huelga de los controladores aéreos. No hablamos, entonces, de un conciliador. Pero el tipo lidiaba con un sindicato al que la opinión pública visualizaba como privilegiado. Y los medios de incomunicación alimentaron generosamente esa visión.
Hoy se trata de jóvenes desocupados –“en paro”-, educados, formados. No son los negros de la villa, los piqueteros temibles que queman neumáticos en los cortes de calles y de rutas argentinas. Tampoco son “los gringos del campo” que en la Argentina de 2008 tuvieron en vilo al país, desabasteciéndolo de alimentos e impidiendo el libre tránsito que garantiza la Constitución, mientras eran elevados a la categoría de héroes por los ya citados medios de incomunicación.
La dirigencia política española busca responsables de este desbarajuste, con el desconcierto y la furia del marido que llega temprano de su trabajo y se lanza por toda la casa en busca del amante de su mujer. Abre puertas de roperos, husmea bajo la cama, la dirigencia política española, y crece su frustración porque no encuentra nada.
Apenas, por ahora en las plazas, una juventud que interpela a esa dirigencia.
Apenas, por ahora en las plazas, la dirigencia política española se mira en el espejo de un futuro que ella misma, con su soberbia y la complicidad del capitalismo salvaje que desde Bonn predica la Merkel, ha destrozado.

2 comentarios:

  1. No es la misma revolución. En Argentina el pueblo se conformó con Kirchner, en España se rechaza la representación de los partido políticos que existen. Ni izquierda ni derecha. España tiene un gobierno socialista, punta de lanza de las mayores libertades sociales (feminismos, bodas gays, adopción por transexuales, sanidad pública, educación, etc.) y todavía así no lo queremos. No queremos el sistema de los partidos políticos. No creemos en los héroes. En Argentina sí, todavía adoráis políticos.
    Esa es la gran diferencia.

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  2. Alicia: Te haría bien darte una vuelta por esto que con tanta soberbia denomináis "tercer mundo", para enterarte de que el pueblo defiende y lucha por los mismos valores que en tu "socialismo" de nuevos ricos hoy venidos a menos. Sin partidos políticos, no hay democracia y pronto perderéis esas supuestas ventajas. Aquí, en este país tan atrasado, rigen los mismos derechos y garantías que en tu país y, pequeño plus, ESTAMOS JUZGANDO A LOS CRIMINALES DE GUERRA. Pregúntale al juez Garzón, si te quedan dudas. Hoy por hoy, me parece que la "punta de lanza" se os ha clavado y os estáis desangrando. Lamento tus prejuicios para con mi país y su pueblo.

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