lunes, octubre 18, 2010

CUANDO HUYE EL DÍA

Los sermones de obispos pedófilos, los discursos de presidentes que posan de poderosos y obedecen órdenes, las declaraciones por la libertad de empresa, de prensa y de conciencia, la reivindicación del capitalismo crepuscular, las plegarias incestuosas de una izquierda que ha renunciado a ser vanguardia del proletariado para ser escolta de la burguesía, las declaraciones de amor y las promesas de que nada pasará, de que estamos a salvo, los nazis que en Francia expulsan gitanos y los que en Italia reivindican al Duce Berlusconi, los que insisten en hacer creer a la gilada que el FMI es lo mismo que el FBI, que sonarán clarines y los indios serán diezmados por los carapálidas, que volverá John Wayne, que Clint Eastwood limpiará por fin las calles, los que anuncian que hay petróleo bajo los huesos de los combatientes de Malvinas, los mayas y sus profecías, Zapatero y sus profecías, Cristina y sus profecías, Biolcatti y sus profecías, el pueblo del Piamonte con su cementerio rebosante de orsis, los crímenes salvajes de la vieja Europa, las condenas de los bienpensantes a Hugo Chávez, a Evo Morales, a Correa, a los Kirchner, la condena de los Kirchner a un emporio periodístico mafioso que los entronizó y se benefició con sus actos de gobierno, los suicidas y sus cómplices, los muertos aparentes y los resucitados, mi abuela que se comía la fruta que dejábamos hasta roer los carozos, la ilusión y esfuerzo de mis viejos por vernos doctores, el amor que insiste en golpear a nuestras puertas ya condenadas para recordarnos que mañana, que tal vez y que si nunca será por mi culpa, por mi grandísima culpa, por mi puta culpa de pecador insolvente, de acreedor de la nada, de escritor que rasca el tarro y de perro que sentado a mi ordenador redacta esto con sus patas de perro, fin de lo que llamábamos cultura, Vargas Llosa vencido por un japonés y entorchado por los suecos y anunciándonos a los argentinos que estamos desapareciendo, la gran fosa común de América latina. Quien la abra y empiece a soplar el polvo de sus huesos será fusilado honoris causa.

1 comentario:

  1. Cómo pica...nomenclaturas todas para un mismo desconcierto decía Cortázar

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