viernes, agosto 07, 2009

LA OTRA RIOJA


Los sacerdotes Gabriel Longueville y Carlos de Dios Murias fueron asesinados el 18 de julio de 1976, luego de ser secuestrados por quienes se identificaron como miembros de la Policía Federal. A la mañana siguiente a este crimen, hombres encapuchados fueron a buscar al párroco de Sanogasta, pero éste se había ido por recomendación de monseñor Angelelli. Cuando el laico que los atendió les dijo que el párroco no estaba, lo acribillaron.
El 4 de agosto, 17 días después del asesinato de aquellos sacerdotes, falleció monseñor Angelelli, supuestamente en un accidente automovilístico en la localidad de Punta de los Llanos, pero las pruebas o presunciones de que fue atentado se acumularon.

Este macabro raid del terrorismo de estado sucedía en una provincia pobre del noroeste argentino llamada La Rioja. Y el asesinato de curas católicos comprometidos con los pobres reconoce su ícono en el obispo Angelelli. La provincia es la misma donde nació Carlos Menem, el ejemplo de vida es antagónico. Se cumplen 33 años de aquellas muertes. Pero la Iglesia oficial sólo es noticia por estos días porque uno de sus jerarcas impugna un manual de educación sexual calificándolo de "neomarxista".

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